domingo, 24 de marzo de 2013

En medio de la vida sentí una gran alegría: pasó todo en una villa, mujer poco sencilla. Con un manual de encanto aprendo, miro y canto en su ventana, entretanto pienso en la manzana... ¿Cuánto? Mañanas, tardes, noches... Olvidando otros amores mientras yo la sigo en coche, enloquecido, el roce... Me confieso: a ti Anna busco tu dulce manzana que Eva y el otro, Adán, mordieron en un afán. La serpiente: "¡culpable!": quería ser amigable, ayudar y agradable, un placer perdonable. Eso mismo quería hasta mi mano ofrecía, su padre no me admitía aunque pecamos días. Primero nuestras manos, después, unos cuantos besos, calientes, ardientes labios, acabamos fundidos. Después sí, nos buscamos y más llama, la encontramos a golpes, nos la expandimos como fieras, somos libertinos. El tiempo y espacio: visión que la perdimos ahora solo momentos de contactos intensos. Luz del alba y rocío que madrugo en domingo, del calor, ahora, frío, pienso en sus rubios rizos. Llama por un manzana, ceniza ahora con el alba, dulce era mientras duraba... agria ahora, la mañana. D.Lope

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