sábado, 8 de noviembre de 2014

SI AMIG@, SI ES A TI, QUE ESTAS LEYENDO

HOLA ME REFIERO A TI QUE ME ESTA HACIENDO EL HONOR DE LEER ESTAS PALABRAS QUE AMI PERSONÁMENTE ME ESTÁ DANDO FUERZAS A MEDIDA QUE LAS VOY ESCRIBIENDO,BUENO SI A ALGUNO LE SIRVE ME DOY POR SATISFECHO, GRACIAS COMO SIEMPRE POR PERDER UN POCO DE VUESTRO TIEMPO, QUE PRECISAMENTE NO ES MUY SOBRANTE EN ESTOS TIEMPOS, BUENO ME DESPIDO CON UN CARIÑOSO ABRAZO DE TOD@S, FELIZ NOCHE FAMILI-FACE
Creer en ti mismo Aunque otros te fallen Creer en ti mismo Cuando toda esperanza se ha ido Creer en ti mismo Cuando la oscuridad está sobre ti Cree en tu fuerza Y continua Creer en ti mismo Cuando la vida es aburrida Creer en ti mismo Cuando no hay nadie Creer en ti mismo Y así, si creo que se puede Tengo fe en que las cosas se ponen mejor Tengo fe que que todo irá a mejor Tengo fe en que los malos siempre pierde Tengo fe en que no tardando mucho todo volverá algún día a brillar Ver pasado, vivir el presente y hasta el futuro esta de mi parte Cuando vives en paz tu vida Ten por seguro, que seguir "pa" delante es solo el 25% del trabajo Ten fe en ti como persona que mereces lo mismo que todos los demás,que es ganar esta pelea que es ta bella y enriquecedora vida que nos ha tocado vivir a ti y ami,........... F.Lopez

Buenas noches mundo-face, en este sábado tan pero tan mundanal que casi me siento persona.........

Te vi morir en silencio y la tenebrosa angustia se apoderó de la razón.
Anoche bebí de tu recuerdo, mi alma se embriagó de nostalgias mientras hacia luto y enterraba todo tu amor. Pero lentamente la calma volvió y mi alma de tu amor se liberó, con un último adiós mi amor. F.Lopez

Pudores

Rompí mis pudores y mis deseos sucumbieron a tu llamado, lenta fue la travesía de mis labios en tu feminidad. Y por fin el deseo candente se apoderó de mí cual volcán en erupción y solo tu hermoso cuerpo de fuego calma este loco delirio. Y yo decidido aprisionado por tus cadera entre tus piernas. Qué grata sensación verte recostada en mi lecho con tu desnudez que a mi cuerpo lleva al desenfreno. Así entregándome a tus apasionados y acompasados movimientos... formando una sola silueta entre gemidos de placer ante tan ardiente entrega. F.Lopez

En la cercanía de la noche,

Mis únicas palabras siempre son escritas en la cercanía de la noche, cuándo la urgencia de la luna deja atrás las tempestades diurnas, y todo reposa, como un pétalo sobre el cristal del estanque. La violencia del día me absorbe la sustancia, me hierve y encoleriza. Nunca me gustó el día -ningún día- me pienso. Observo desmayarse las sombras bajo el opaco cielo, mientras la ternura de mis muertos surgen como latidos desnudos prestos al degüello por ser escritos.
Esculpo barros sin cenefas, y cada palabra negra que va creciendo me parece canto al viento, como noches de violonchelos tristes, que surgen de su sombra y sin ningún silencio. Va creciendo de poco a poco la escultura, como si de mis cóncavas manos manaran pequeños soles de sangre o se descifrara la piedra que son mis pensamientos. Son mis palabras rostros con memoria que me dictan siguientes, una y otra vez, más palabras, frases, versos y prosas de muertos. Nunca terminaré de labrar tanta blancura, es imposible -me digo-, y entonces, la luz del alba despierta nuevamente los ruidos, los cadáveres escapan, la sustancia vuelve a hervir bajo las llamas y los pájaros reviven mientras callan todos los silencios míos por descubrir. Escucho como los cascos se acercan, la niebla se disipa, y muero como muere la luna al día. F.Lopez

EL PECADO DE AMARTE

Te quiero porque albergo la esperanza de beber en el hueco de tu ombligo. Te quiero porque sé bien lo que digo y lo que ahora me das, ya no me alcanza. Te quiero porque tengo tu confianza y solo en tu interior busco el abrigo.
Te quiero porque voy a estar contigo y sabes que me agobia la tardanza. Amores que he tenido son presuntos eventos de fugaz irrelevancia. Las dosis de un error en subconjuntos. Me amarra a ti ese viento en la distancia que alterna mi pasión y tus asuntos. Me amarra tu perfil de discrepancia. Adoro tu arrogancia. Ocupas este otoño incontrolado que vende la razón por un pecado. F.Lopez
Ojalá pudiera llevar mis heridas hasta el mar en esta fría noche de luna gris, la primera de este otoño. Sentir el frío en la piel y el calor del alcohol que quema por dentro. Mis pies estarían desnudos, mis ojos tristes, mis manos vacías y un corazón roto. F.Lopez

UN FUTURO PARA TRES (SANDRA, NOAK)

Paréntesis de ilusiones, desayunando nubarrones soles y anticiclónes, Si crees en segundas intenciones, desnuda tus verdades. resurge tu aroma,tu olor, el ayer siempre será ayer, el hoy vuelve amanecer. un nuevo empezar, una oportunidad mas de luchar para poder soñar en un futuro mejor F.Lopez

viernes, 24 de octubre de 2014

Quizá el tiempo sea un arma de doble filo, es un acompañante traicionero que espera el menor descuido para atravesarte las armas que te hieren y te tiran al suelo sin que lo esperes. ¿Será el sentimiento de tristeza algo necesario, o será simplemente la consecuencia de no entender y no detener las cosas a su debido tiempo? ¿Será el camino de espinas que debemos atravesar para llegar a un hermoso jardín de rosas y claveles que se llama plenitud y tranquilidad? Todo es tiempo, desde los más pequeños detalles, como dormir o comer hasta las más grandes cosas, como esperar a que la vida te del golpe de suerte ganándote el baloto. Todo implica una espera, pero a la vez no podemos esperar a que pase la espera, porque el tiempo avanza, las manecillas del reloj no se detienen, son como una bomba que nos recuerda que debemos actuar y encontrar soluciones mientras acaba el tiempo de dudas y preguntas. Dudas, todo se nubla de ellas, dudas de razón, dudas de corazón, por qué dudamos de lo que sentimos, será culpa del cegado corazón que siente lo que se le viene en gana, sin escuchar, a la quizás acertada razón. Será tan cierto que el corazón es demasiado ciego, que no entiende que hay cosas que debe dejar, es como un niño encaprichado con algún objeto, el corazón no entiende que si no deja ir a la persona que lo lastima no dejará entrar a aquella que en verdad lo curará. Es algo raro amar sintiéndose tan triste y abandonado, sabiendo que quizás a tu costado está el cariño, esperando a que le des la oportunidad de entrar en tu vida. Hay un momento de la vida en que todo se llena de felicidad, pero por alguna razón, que quizás nadie ha descifrado, esta alegría trae a sus espaldas una tristeza que llena todo de un gris intenso, es la historia de miles de momentos en la vida, felicidad de unos segundos, tristeza de un largo tiempo, quizá se repita el cuento tantas veces que terminemos agotados, a punto de creer que la felicidad no existe, o llegue el momento de ser felices hasta el punto de ver una vida perfecta. Será que lo único que tenemos que hacer es intentar ser felices hoy, hacer un hoy perfecto para así llegar a un mañana en donde iniciemos la jornada con buena energía y así construyamos una cadena de días perfectos y la vida se convierta en una divertida carrera que queramos correr. F.Lopez

viernes, 7 de marzo de 2014

SIENTEME.

Siénteme, al despertar y llegue con el alba en un suspiro, hacerte caricias con el rocío de mi sonrisa, mirar que estiras todas tus delicias, dándome un beso, llenar de miradas mis emociones que ya estallan.
Siénteme, junto a ti, al medio día de verano, sofocando el hastío, en el mar de tu viento, mas tarde, sentados en la mesa haciendo bocados, sentiremos la sed, que nos tenemos en cada mirada. Siénteme, en el ocaso, cuando llegue despacio, urdiremos sonrisas, para hacernos el beso, un abrazo, terminará mi llegada furtiva, porque es el comienzo, de la noche que espera.
Siénteme el oscuro es inicio, que invita a tu alcoba, ahí perturbaremos la calma que estaba dormida, porque subiremos a escalar tus montañas, y hacer del minuto, un siglo de encanto. F.Lopez

DEJAME ESTRUJARTE.

Déjame estrujar, tus pétalos de miel, hacer de un día el manjar del deseo, romper en llanto, a la hora de la luna, mirar cada sollozo, en una sabana alba, sentir un beso, en la cadencia de tu cuerpo, oler el aroma que destilas en tus labios, bordar con suspiros, el lienzo de tu alma, gritar cada gemido, en la fuente de tu centro, explotar en el cielo tu deseo y el mió, para desfallecer en caricias, un suspiro eterno.
Déjame regresar, hasta tus labios tensos, oler el perfume de tu respiro hondo, tocar tu sabia, que envuelven tus besos, acariciar la esquina de tu boca ardiente, llevar mis dedos, por la calle ancha de tus deseos, unir nuestros bordes y zanjar nuestra dicha, alzar la delicia que segrega nuestro amor.
Déjame unir mi piel con tu horizonte, sentir tus laderas, que me llaman sedientas, estrujar tus montañas, hasta que brote deseo, subir al pico más elevado y sollozar en truenos, de ahí, bajar por los prados ardientes hasta tu valle. ahí otear, tu quebrada honda que desgrana pasión, enfilar la dicha, en el claustro de tu río, morir en partes iguales, al vaivén de nuestras olas, porque llego la luna, con su cáliz de aromas, cabalgando sin bridas, en una noche tuya y mía, desbordando el océano, que se viene en cascadas, dejarnos tendidos, esperando caducar el silencio. F.Lopez

ARDIENTE DUCHA DE AMOR

Recuerdas mis manos acariciar tu, aterciopelado y sensual cuerpo, esas manos que sabían cómo y dónde acariciar con todo mi amor, como hacer que tu cuerpo ardiera de, en llamas por el deseo y la pasión, tus suaves manos que bajo la fina lluvia, de la ducha recorrían cada centímetro, de tu sedoso y escultural cuerpo.
Mientras mis sedosos labios te besaban, una y otra vez mientras tus manos, acariciaban mis brazos, mi espalda humedecida y mojada hasta llegar. a tus más deseados glúteos tersos y duros continuando su camino, una y otra vez. Iban y venían por tu piel, subian y bajaban acariciándolo con amor y deseo recorrían tu cara, como dibujándola pasaban por tu cuello y mis labios besaban, tus hombros, en tus pechos se detenían y estacionaban por unos instantes, en los pliegues de tu cintura. Recuerdas amor mío como, nos mojaba el fino agua en la ducha y como tus brazos rodeaban mi cuello, besabas mis labios con tanto ardor y pasión mientras tu cuerpo desnudo, quedaba atrapado entre mi pecho y la pared, mientras mi boca comía la tuya, una y otra vez, mi lengua en tu boca, saboreaba tu saliva, tus labios y tu lengua, te amare toda la vida para hacerte feliz.
Amor mío, que bella, loca y dulce fue, aquella deliciosa noche llena de amor, para nosotros cuando me hiciste tuyo, Bajo la suave y fina lluvia de la ducha, cuando caía sobre nuestros cuerpos, desnudos y ardientes en llamas. Tus palabras entrecortadas me decían, amor mío entra dentro de mí ser por favor, necesito sentirte dentro de mi cuerpo y poseerte con todo mi amor y pasión. F.Lopez

ME ENTRELAZAN TUS PIERNAS

Quiero que en días de sol ardiente, tu cuerpo se excite y arda de pasión, como las llamas en un fuego y cuando la canícula abrasadora de mi fogosidad, abrace y bese tu cuerpo, tu escultural y bello cuerpo desnudo, tus genitales están ya humedecidos por el placer, subo sobre ti mi amor, para así poder entrar muy suavemente, deslizando mi junco erecto, dentro de tu ser, tan despacio que apenas ni lo sientes, ya que tus deliciosos jugos genitales, facilitan mi entrada dentro de ti. Mientras voy entrando en tu ser, tú vas jadeando muy suave y bajito que en mis oídos siento tu aliento, húmedo y templado que me dice: no pares ahora cariño mío y no me dejes de hacerme el amor, has que me sienta una mujer fogosa y la más feliz y dichosa de la tierra.
Provocas mis pasiones, mis deseos y eso me excita hasta hacerme llegar al orgasmo el orgasmo jamás soñado y mas celestial, sentía entrelazada mi cabeza por el cuello, entre tus largas piernas doblándolas ligeramente, asías mi cabeza sobre tus genitales haciéndome, sentir una deliciosa y eterna explosión de ansiedad, deseo y placer que al sentir rozar tu húmedo sexo, contra mis labios saboreo esos maravillosos, jugos para apagar mi sed de amor.
Todo mi cuerpo excitado entre tus brazos, besas mis labios gozando de nuestra pasión, gozando de mi boca como una posesa y con nuestros cuerpos húmedos y rendidos, quedamos los dos vencidos por el placer y recobrando la cordura reclino mi cara apoyándola, sobre tus endurecidos pechos y pezones erectos, pero sedosos para así poder juguetear con tus simas apezonadas por el placer, sentía el roce excitante de tus maravillosos y sensuales pezones rodeados por una deliciosa areola, de color marrón oscuro que embellece tus senos y me excitan con una eterna explosión de ansiedad, por besar esos deliciosos pechos y lamer tus erectos y excitantes pezones. F.Lopez

NUESTROS CUERPOS EXHAUSTOS

Deseo invadir y explorar todo tu cuerpo, apresarlo, hasta sentir tu húmeda carne, prolongada en la mía, tus pechos sobre los míos, hermosa realidad que devoro insaciable y voy avanzando por tus valles inescrutables, por tus laderas, promontorios y en el instante exacto de tu excitación y del gemido sensual llego a tu bosque frondoso.
De tu lindo manantial, donde bebo tus dulces, mieles y las deliciosas ilusiones, encendiendo las más lujuriosas pasiones y deseos, por amarte profundamente con pasión, con tanta ternura y amor, como mi corazón permita, hasta su sexo que emana humedad y llego como aquellos amantes, que ante un perfecto cuerpo desnudo, hacen que el torrente, caudaloso que avanza, llenará mi preciada bahía. Haciendo que mi virilidad, estalle hasta lo más profundo de tu ser y ya los dos rendidos, fríos y exhaustos, nuestros cuerpos estremecidos, por el inmenso placer del amor se separan, sus poderes se anulan y una tregua se abre, sobre los blancos y suaves lienzos de tu cuerpo. Llevo mis ardientes besos candentes y sensuales que con mis labios deseosos y ardientes, recorro tu majestuoso cuerpo húmedo y desnudo, con suaves besos salados por el sudor, que emana tu cuerpo, te paso mi húmeda lengua por todo tu cuerpo excitado y candente. Nuestros cuerpos, gozando de nuestra pasión, que con delicados mordiscos sobre tu cuello, con sensuales y dulces gemidos de placer, descubro los sabores más maravillosos de, tu cuerpo y entre mis brazos, hago que te sientas, una mujer de lo más pasional que jamás nunca sentí. F.Lopez

lunes, 10 de febrero de 2014

ENTRE EL FUEGO Y LOS CUCHILLOS...

Hacía ya un par de horas que los últimos clientes habían abandonado el restaurante. No recordaba cuándo, pero tenía la certeza de que sus pies habían sido devorados por dos lenguas de fuego sobre las que caminaba como si de brasas se tratase. Entró en la cocina, cogió un cubo, lo llenó con agua caliente, añadió un buen puñado de sal y allí, dentro del fluido y salobre elemento, las lenguas, sometidas a un inmediato efecto, acallaron sus voces. Echó hacia atrás la cabeza, la apoyó contra la pared y cerró los ojos intentado relajarse. Una placentera sensación ascendía tímida por sus tobillos, alcanzaba las rodillas, se enredaba en ellas y, tras un nuevo empujón, se proyectaba hasta la nuca, donde hacía nido. Desde allí se dejaba caer, silenciosa, hasta la plataforma de los hombros y, como si de un tobogán se tratase, se deslizaba por los brazos hasta la punta de los dedos. Se abandonó al descanso durante un buen rato. Desde la cocina llegaba un lejano rumor de conversación entre ollas, platos y demás utensilios de batalla. Manuelle danzaba por allí, todavía le quedaban fuerzas para mantenerse en pie; era una maniática del orden y la limpieza, la poderosa bestia del cansancio no lograba abatirle jamás. Su cocina era lugar sagrado y… ¡ay! de quien osase entrometerse en su reinado. Se comportaba como una sacerdotisa, protectora y celosa con sus creaciones. De su taller salían sabores y olores únicos, potentes, sublimes, sensuales, desafiantes, atrevidos, golosos… todas sus obras eran fiel reflejo de su persona. Así era Manuelle, exuberante, arrolladora e imprevisible. Desde el primer día que se conocieron una intensa atracción lo empujaba hacia ella y, con el tiempo, la adicción que Azier había ido tejiendo dentro de él lo había atrapado como una araña a su presa. No le preocupaba, aceptaba de buen grado la situación. Seguramente no era la ideal ni la que hubiese escogido de haber podido elegir, pero, actualmente, su vida era mucho menos infeliz que antes de conocer a Manuelle. Y eso ya era bastante más de lo que había tenido en años. Separó la cabeza de la pared, abrió los ojos, secó los pies con una toalla y se puso las botas. _ ¿Nos vamos? –preguntó él. _ Sí- Dijo ella. _ Pero… (Dudó unos segundos antes de proseguir) olvidé decirte que Isabel ha cancelado su viaje y se quedará unos días más, respondió Manuelle evitando encontrarse con su mirada. Contrariado torció el gesto, sin decir nada abrió la puerta que daba a la calle y salió. Unos días más, pensó, ¿cuánto es eso?, ¿dos, tres, siete, quince…? Apenas cruzaron palabra durante el trayecto de regreso a casa, se guardaron muy bien de expresar en voz alta lo que estaban pensando por temor a herir al otro. Ella, lo quería; el, estaba enamorada de ella. Una sonriente Isabel les abrió la puerta y depositó un cálido beso en su cuello. Él le devolvió la sonrisa, conocía muy bien el significado de aquel gesto, era mucho más que un recibimiento, sí. Lo estaba invitando a participar, una vez más.
Sus pasos lo condujeron hacia el dormitorio. Así se iniciaba el ritual. Lo que había comenzado como un juego formaba ya parte de su vida, de sus vidas, muy a su pesar, al de ella. Desde donde estaba podía ver perfectamente la escena, su papel, de momento, era de espectador. Ya no lo consumían los celos como al principio de su relación, aceptaba que tendría que compartir sexualmente a Manuelle con Isabel. Igual ¿Qué importaban unos pocos días al lado de los muchos que él la tenía en exclusiva? La quería, la sentía, recibía muestras de su cariño a diario. No era amor, pero sentirse querido por ella aportaba más a su vida que todo el amor que otras mujeres juraban haberle profesado. Isabel y Manuelle se besaban con frenesí, las manos de ambas exploraban sin miramientos el cuerpo de la otra, al tiempo que sus prendas de ropa caían al suelo cual frutos maduros del árbol. No pudo evitar excitarse ante aquella visión, una oleada de calor se concentró en su epicentro, ascendió por la espalda y picoteó furiosa en su nuca. Isabel se giró y se posicionó detrás de Manuelle, pegó sus pechos contra su espalda y la embistió cual macho a una hembra. Manuelle se revolvió de placer, echó los brazos hacia atrás, agarró las manos de Isabel y las depositó sobre su excitado sexo; allí, obedientes y lujuriosas se pasearon con destreza por toda su geografía, provocando con su sensual danza poderosas descargas de placer que tensaban sus músculos cuales cables de acero. El tiempo de espectador había finalizado, abandonaba la butaca, se incorporaba a escena e interpretaba su papel. Su mirada se encontró con la de Manuelle y se arrodilló frente a ella. Sus voraces deseos fueron saciados, una vez más; unidos sus cuerpos, masticando placer y destilando pasión. El éxtasis de Manulle moría en Isabel, el de Azier en Manuelle. F.Lopez

SECRETOS...

Ella se sumerge en el océano de su voz, Desnuda sus instintos y se pasea insolente por el vértice de su sexo. El cuerpo es cámara secreta de su rebeldía indócil Pensamientos que acuden sin ser llamados Y que con desafiante impudicia tejen una fina red libidinosa.
Las palabras son instrumento sonoro de sus manos. Que ayer rodeaban sin llegar a tocar, y hoy se atreven a rozar la piel, Rebotan como un eco y regresan llevando consigo el rocío de su sudor Con una fragancia cual ella recoge con avaricia y oculta en sus silencios Cual pócima secreta, elixir de placeres prohibidos. Es un desconocido en su presente, tentador conocido incierto en el mañana. Provocadora presencia que turba, a su pensar. La confusión empuja con fuerza y la decisión, intenta abrirse paso en su carne. Ella luchará hasta el final, conoce muy bien su efecto devastador Aun así, desconocido, no abandones y no preguntes cuál es el secreto que oculto. F.Lopez

DISTANCIAS QUE SE ACORTAN

Saber que tan solo unos pocos kilómetros la separaban del lugar acordado acrecentó su nerviosismo, que a duras penas ya lograba contener aquella silenciosa pero cada vez más creciente excitación. “Y ¿si no está…? ¿Y si todo ha sido solo un juego?”, se preguntaba con insistencia cuanto más cercano estaba su objetivo. Ante ella apareció una señal –la señal- que le indicaba que la zona de descanso más próxima se encontraba a 500 metros; una cortina de fina lluvia la obligó a poner en marcha los limpiaparabrisas. El desvío se dibujó con precisión ante sus ojos, giró el volante a la derecha y se introdujo en aquella oscura boca. Faltaban minutos para las tres de la madrugada.
Apagó el motor del coche pero mantuvo las luces encendidas, mientras su mirada escudriñaba a su alrededor en busca del otro vehículo. A escasos metros de donde ella estaba pudo identificar su presencia, tal y como le había indicado él estaba allí, en el interior de un coche negro. Antes de abrir la puerta llenó de aire sus pulmones y salió, una vez fuera comprobó que él había hecho lo propio. La luz reinante en el lugar era escasa, pero, a medida que se acercaban el uno al otro, no le impidió adivinar unas facciones simétricas y firmes. El silencio era desplazado a ratos por el fugaz y vertiginoso paso de los escasos vehículos que circulaban a esas horas por la autopista, que quedaba a su izquierda. Sus pasos recortaban la distancia entre ambos. Ahora era el latido del corazón en su sien el único sonido que podía oír, desbocado y sin riendas a las que obedecer. Él se acercó en silencio y depositó un cálido e incitante beso en la comisura de sus labios; ella no supo responder, se limitó a capturar el turbador aroma que desprendía todo su cuerpo. Sin mediar palabra, apoyó el cuerpo de ella sobre el capó de su coche y comenzó a desnudarla sin remilgos. Mientras la lluvia se confundía con sus salivas y humedecía los cuerpos, él desabrochó con precisión los botones de su blusa, Ella se dejó hacer sin rechistar y, al tiempo que sus manos eran las herramientas de su mente, le despojo de su ropa. Sus bocas se buscaron y sus lenguas al encontraron con furia y pasión, navegando en un océano convulso y encrespado de exhalaciones y fluidos. Las manos de ambos eran bastón de ciego que abre caminos, tocando, buscando, encontrado. No cruzaron palabra alguna, el profundo y abismal deseo eran el único lenguaje que manaba de sus gargantas. El placer se podía palpar entre ellos, era espeso como la bruma y dulzón como el incienso; sabedores de la proximidad de su éxtasi… Ella se volvió de espaldas a él, apoyó las manos en el capó del coche e irguió desafiante sus resbaladizas caderas. Sus cuerpos quedaron uno encima del otro, húmedos por el placer y la lluvia, mientras que sus miradas, no se apartaron una de la otra y allí se quedaron. F.Lopez

TU QUE ME REGALAS VIDA

Te quiero vestida de luna te quiero vestida de sol ahora y siempre, nunca y jamás.... Te quiero sin más... Vestida de sol, calentando mi alma... vestida de luna bajo el raso estrellado. Te quiero sin más...
Vestida de luna me cantan tus labios mientras me besan, suena un sencillo, te quiero... Te quiero sin más... La luna se va, el sol ya se escondió, pero lo que siento por ti, no se marchó... Te quiero mi amor.... te quiero sin más... te quiero hasta no poder más... te quiero hasta el dolor, te quiero sin más. Te quiero en mayúsculas y en neón... te quiero sin más.......... F.Lopez

TU ERES YO YO SOY TU

Solo ver tu mirada me sonríe el alma solo acariciar tus manos me dicen tanto Solo sentirte cerca de mí me enorgullece tanto acariciarnos la piel sentimiento de libertad como el viento libre sin rumbo alguno Solos tú y yo solos, nadie más El ruido se hace silencio la timidez se enmudece solo existen dos latidos en un mismo corazón el tuyo y el mío Tu silencio mis palabras tus caricias en mis manos tu mirada en rebeldía mi corazón llora de alegría No te vayas de mi lado no llores por mis penas ya que tu llanto rompe mi corazón.......... F.Lopez