sábado, 16 de febrero de 2013
Te regalo mis alas, no las quiero
ni las necesito
para alcanzar la libertad.
Ahora vuelo solo,
liberado de tu carga.
Te las doy sin mirarte,
porque si te miro
ya no te las doy.
No me sirvieron para volar
ni me abrieron las puertas
de tus paraísos.
Son como tus ojos,
mentirosos.
Son como cadenas tibias
que oxidan mi alma,
que cargan mi espalda.
Cógelas, pues son tuyas,
no quiero acabar como Ícaro,
víctima de un Dédalo infame.
Te regalo mis alas, no las quiero.
Dáselas a quien no entienda
que nada de lo que pedí me diste.
D.Lope
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